La Oreja de Van Gogh es un grupo musical vasco (España) que no sólo toca rock pop sino que incursiona en géneros como la ranchera,el dance y el bossa nova con notable éxito. Amaia Montero fue su primera vocalista, actualmente Leire Martínez cumple este rol.
LOVG está conformado por Alvaro Fuentes, Haritz Garde, Pablo Benegas, Xabi San Martín y Leire Martínez. El quinteto se inspiró en el trágico episodio de la vida de Vincent Van Gogh, el pintor holandés, para nombrar su grupo.
Aquí "El primer día del resto de mi vida". Va la letra que es muy poética.
Entre tus nubes y mis contraluces/
fuiste cubriendo el cielo con las cruces,/
que terminaron por tapar el sol.
¡Tu voz sonaba tan arrepentida...! /Arrodillado como un niño en la orilla, /desenterrando un poco de tu amor.
Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas.../ me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar, / te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar, / ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar, / que llora el río cuando pasa, porque nunca volverá.
Las lágrimas que saben más amargas /son las que llevan dentro las palabras /que se quedaron en tu corazón.
La noche siempre trae algún consejo, / pero el silencio aviva los remordimientos. / Yo fui en tu vida un baile sin canción.
Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas... me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
Pero te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
El primer día de mi vida, sin ti, cosí tu sombra al viento que se marcha, / guardé el suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas.
El primer día de mi vida, sin ti, cubrí recuerdos con sábanas blancas, / soplé en tu cara todo lo que sufrí, llegó la música hasta mi ventana.
¡Tu voz sonaba tan arrepentida...! /Arrodillado como un niño en la orilla, /desenterrando un poco de tu amor.
Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas.../ me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar, / te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar, / ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar, / que llora el río cuando pasa, porque nunca volverá.
Las lágrimas que saben más amargas /son las que llevan dentro las palabras /que se quedaron en tu corazón.
La noche siempre trae algún consejo, / pero el silencio aviva los remordimientos. / Yo fui en tu vida un baile sin canción.
Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas... me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
Pero te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
El primer día de mi vida, sin ti, cosí tu sombra al viento que se marcha, / guardé el suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas.
El primer día de mi vida, sin ti, cubrí recuerdos con sábanas blancas, / soplé en tu cara todo lo que sufrí, llegó la música hasta mi ventana.
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