Ayer, domingo 5 de agosto, murió Chavela Vargas y México se estremeció.
Su nombre real fue María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano.
Nació en Costa Rica, en San Joaquín de Flores hace 93 años pero se nacionalizó mexicana.
A Chavela Vargas se la considera una de las principales figuras de la música ranchera, mejor dicho la pionera de este género entre las intérpretes femeninas. Antes de ella sólo eran hombres quienes cantaban rancheras.
México la despide, hoy lunes, con una ceremonia en la
tradicional plaza Garibaldi en Ciudad de México.
Luego del homenaje, los restos de Vargas serán llevado a pie, en medio
de sones de trompetas, al Palacio de Bellas Artes, que abrirá sus
puertas el martes para que miles de mexicanos puedan despedirla en una
ceremonia que reserva México para las grandes figuras de su cultura.
El cadáver de Chavela Vargas será luego incinerado y sus cenizas serán
esparcidas en el cerro del Chalchi, cerca del poblado de Tepoztlán,
donde la cantante pasó los últimos años de su vida.
"Con su desaparición, se pierde una manera de cantar llorando, un quejío inigualable, una expresividad fuera de lo común" ha dicho Joaquín Sabina.
"Ningún ser vivo cantó con el debido desgarro al genial José Alfredo
Jiménez como lo hizo Chavela", asegura el cineasta Pedro Almodóvar, quien recuerda los
versos de esa canción: "Y si quieren saber de mi pasado, es preciso
decir otra mentira. Les diré que llegué de un mundo raro, que no sé del
dolor, que triunfé en el amor y que nunca he
llorado".
Para el cineasta, " Chavela Vargas se regodeaba en los finales, convertía el
lamento en himno, te escupía el final a la cara", lo que provocaba en el espectador, una experiencia que le "desbordaba; uno -dice- no
está acostumbrado a que te pongan un espejo tan cerca de los ojos"
Almodóvar quien fuera amigo cercana de Chavela Vargas rememora las últimas palabras que le dijo la mexicana en la Residencia
de Estudiantes de Madrid: "Estoy tranquila. Una noche me detendré, poco a
poco, sola, y lo disfrutaré".
En una de sus últimas entrevistas Chavela Vargas ha dicho: "Yo no voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos,
nosotros trascendemos". Así es. El mundo no la olvidará.
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