martes, 7 de agosto de 2012

Apuntalando al hijo que lo necesita

Escuchaba, en estos ultimos meses, a un invitado del programa de la Dra. Lupe Maestre por RPP utilizar el verbo "apuntalar" en la crianza de los hijos. Y me pareció acertado.
Apuntalar es un verbo que usan los agricultores. Apuntalar es colocar un puntal ( madero, estaca, vara) al pie de una planta débil para que le sirva de sostén o soporte. 
¿Cuándo coloca el campesino un puntal? Cuando observando su plantación nota que hay alguna planta frágil que el viento podría quebrar o maltratar. Alguna vez, inclusive, tiende un cordel no tan ajustado para que la planta se sostenga mejor., cuidando, eso sí, que la cuerda no la ahorque. Así apuntalada la planta crece y el agricultor va soltando el cordel a medida que la planta gana grosor hasta que un día corta definitamente el cordel y retira el puntal porque la planta se levanta fuerte y vigorosa.
Pues bien, recomendaba el especialista, eso es lo que hay quehacer con los hijos. Apuntalar al débil, al  que aún no se defiende, al callado, al que no reclama y que podría ser víctima de bulling o cualquier otro tipo de abuso. Que sepa que a su lado están sus padres sosteniéndole, entendiéndole, escuchándole hasta que él o ella superen sus miedos, sus incertidumbres, sus temores, sus inquietudes.
Lógico que para eso necesitamos papás observadores. Así como hace el agricultor, hay que mirar quién de los hijos necesita ser "apuntalado" con el cariño, con el amor y los consejos que sólo los padres podemos dar. Y si nosotros no estamos capacitados para ello estamos obligados a recurrir al profesional especializado en  ello.

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