miércoles, 9 de julio de 2014

Los gigantes también caen.

"Por favor, no me la quiten" parece decir este hincha brasileño.
Nadie lo imaginó. Nadie pensó, siquiera por un momento, que Alemania  le propinara tan bárbara goleada a Brasil. Ni más ni menos que a Brasil.
 En la historia de los mundiales, dicen los entendidos, nunca un grande perdió de manera tan apabullante. Todos mirábamos anonadados el encuentro. Es que también los gigantes caen. Y claro que su caída es más sonora, porque caen desde más alto.
Lo sentimos muchos por aquello de la identidad sudamericana, porque el pueblo de Brasil despierta simpatía por su espíritu alegre, por su sencillez.
Ahora a recomponer el ánimo, en la vida todos debemos estar preparados para enfrentar derrotas. Cuando ellas llegan es cuando tenemos que sacar a luz nuestras reservas anímicas y pasado el dolor, examinar con serenidad el porqué de la caída.


 

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