Es domingo último de abril. El mundo católico amaneció con dos nuevos santos: los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II.
Una multitud expresó su alegría en un prolongado aplauso cuando, el actual Papa Francisco I, los proclamó santos, en la Plaza San Pedro del Vaticano.
La magnífica ceremonia presidida por Francisco I, acompañado del Papa emérito Benedicto XVI, estuvo animada por el coro de la Capilla Sixtina en bellísima conjunción con la Filarmónica de Cracovia y el Coro de la diócesis de Bergamo.
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