En estos tiempos cada vez más violentos donde abundan los casos de violaciones, abusos, maltratos y acosos estamos obligados a enseñar a nuestros chicos y chicas a protestar.
Los padres de familia, en casa, deben decir a los niños que reclamen cuando otro niño les pegue o insulte, que comuniquen a la maestra cuando alguien les ha quitado su borrador, su cartuchera.
Los maestros deberán estár dispuestos a escuchar sus reclamos y a prestarles la debida atención. Deben decir claramente, algo parecido a esto: "Comuníquenme cuando alguien les quita sus cosas o los maltrata".
Los padres en el hogar deben permitir que sus hijos expresen su opinión y que participen en las conversaciones de los mayores, así los niños se habituarán a hacer oír su voz, a opinar y protestar cuando algo no les gusta.
No olvidemos que los abusadores, golpeadores y acosadores buscan sus víctimas entre aquellas personas sumisas, que no reclaman y se paralizan ante el abuso.
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