La naturaleza nos está dando duro, este 2017. Con palo, no. Con agua, con lluvias fuertes, acompañadas de tormentas eléctricas. Los ríos se han desbordado, se han activado muchas quebradas y han ocasionado graves inundaciones a lo largo de todo nuestro Perú. Los huaicos han hecho su aparición y su carga de lodo y piedras ha ocasionado la muerte de decenas de compatriotas. Vivimos momentos difíciles, realmente dramáticos.
Distritos de Lima, inundados por las lluvias de este fenómeno llamado "Niño costero".
Calles de San Juan de Lurigancho, en Lima, inundadas ante el desborde del río Huaycoloro.
Caída de un huaico en Chosica.
En Trujillo, la gente cruza la calle, en medio del lodo que ha dejado un huaico.
Piura viene soportando lluvias intensas que inundan sus calles.
Lambayeque, en el norte peruano, seriamente afectado por las lluvias.
En Tumbes las calles lucen completamente anegadas.
Cajamarca, en el centro del país.
Esto sucede en Rioja, Tarapoto, en el oriente peruano. Las familias salen de sus viviendas inundadas para buscar un lugar donde guarecerse.
Piura viene soportando lluvias intensas que inundan sus calles.
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