domingo, 25 de agosto de 2013

Con motivo del Día mundial del folklore.

Hemos leído en estos días que "La UNESCO declaró que cada 22 de agosto, se conmemore el ''Día Mundial del Folclore'', elegida en recuerdo a aquel 22 de agosto de 1846, cuando el arqueólogo británico William G. Thorns público en la revista londinense “Atheneum” un carta en la que por primera vez usó el término “Folclore.”

En castellano decimos folclor pero esta palabra viene de la unión de dos voces inglesas: ''Folk'' (pueblo) y lore (saber) para  referirse a las manifestaciones ancestrales de las culturas de todo el mundo, las que sobreviven hasta el día de hoy: artes, música y costumbres de los pueblos, transmitidas de generación en generación.

Con motivo de esta fecha releemos "Fiesta del alma en José María Argüedas" de Danilo Sámchez L. quien dice:

" Uno de los grandes gozos y consuelos de José María Arguedas, hacia adentro y hacia el fondo de sí mismo, fue la música andina, de su pueblo y de su gente.

Y no la música a secas, no la música llamada culta, académica o de prestigio...

Él amó aquella donde estaba “el común”. La comunidad reunida y convocada, sea haciendo la siembra o la trilla, sea en la jornada de traída del agua por las acequias, sea o envuelta en los vellones de lana en el trasquile del ganado, que son las faenas en las cuales surgen huaynos, mulisas, yaravíes o wífalas.

 Él se arrobaba con la música de los pueblos, unida a la experiencia de los patios y corredores de las casas, unida al acontecer de las calles y el paisaje de los campos.

Es la música hecha verdad, porque se llena del mundo y se embalsa con la vida, se traspasa en lo telúrico, y es lo único que sobrevive de la circunstancia del tiempo vivido.

  En Cuba siendo jurado del concurso de novela del Premio Casa de las Américas, en 1968, le asignaron hablar en una de las ceremonias.

Se disculpó diciendo que no era “discurseador”. Y anunció más bien que iba a cantar, un carnavalito de su comarca.

Y cantó con soltura, con desparpajo, evocando su terruño, sus piedras y lar nativo.

 Y como educador recomendaba el folclore para lograr una comunicación íntima y cariñosa con los niños y jóvenes.

Recomendaba conocer las manifestaciones culturales, plasmadas en la música y las danzas de los pueblos, para conocer el sentir y pensar de las personas de las comunidades que las practican."

Nos quedamos con este vídeo de una fiesta comunal en Santiago de Paucaray, distrito de la provincia de Sucre en Ayacucho-Perú donde dos danzantes de tijeras compiten bailando al compás del violín y del arpa.

 

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