viernes, 16 de agosto de 2013

Andrés Gonzalez W, solidaridad en medio del drama.

Andy le dicen en su casa y sus amigos de la Universidad Nacional de Piura, lo llaman Wincho,abreviando de este modo su apellido materno. Su mamá es Judith, buena amiga y profesora de "Las Capullanas", quien en estos días sufre lo indecible viéndole herido de bala,  ante un terrible error de la Policía Nacional.
 En medio de este lamentable suceso, la UNP , profesores, compañeros y amigos de la familia  han iniciado una campaña de solidaridad a través de los medios de prensa, las redes sociales e incluso la manifestación con carteles, reclamando justicia para Manuel Andrés Gonzalez Wincholong.
Aquí difundimos el artículo de Miguel Godos Curay, uno de sus profesores universitarios, que resume todo el caso y expresa la indignación por la injusticia cometida.

¡Justicia para Wincho señor ministro! Por: Miguel Godos Curay

Manuel Andrés Apolimar Gonzáles Winchonlong (20) Es un aplicado estudiante del IX Ciclo de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Piura. El pasado lunes sus compañeros de estudios lo esperaban para una exposición de fin de curso pero no llegó. Winchonlong, no llegó y todos se preocuparon. ¿Qué le paso a Wincho? Wincho es el primero en todo. Es un estudiante puntual con calificativos por encima del 16 en los cursos de ciencias. Es además miembro del Consejo de su Facultad y pertenece al quinto superior de la Escuela Profesional de Ingeniería Química. Uno de sus proyectos de investigación en la especialidad ya fue aprobado y esperaba realizar sus prácticas profesionales en la EPS Grau.
Jóvenes universitarios piden justicia para su compañero Andrés.
Mientras eso sucedía, a las 4.36 de la tarde en la urbanización Miraflores efectivos policiales se enfrentaban a una presunta banda de asaltantes que según la policía reglaba a una pareja de huéspedes que había retirado 20 mil nuevos soles. Producto de la escaramuza resultó herido un joven que circunstancialmente se desplazaba por el lugar en donde queda su pensión. La policía y el propio Coronel PNP Vargas Hugo sostienen que se trataba de un delincuente armado el que intentó huir en una motocicleta.
En la sede de la Deincri el Coronel Víctor Vargas Hugo daba cuenta de lo que consideraba "una muestra del trabajo articulado de todas nuestras unidades y de la rápida reacción ante una eventualidad como la presentada". Vargas Hugo, Jefe de la Primera Dirección Territorial sostuvo que producto de las primeras investigaciones, en un operativo policial había un herido, el herido de bala fue identificado como Andrés Gonzáles Winchonlong, era quien tenía en su poder un revólver calibre 38 Rossi con cinco cartuchos, dos de los cuales fueron percutados.
La verdad. Winchonlong no conduce ni bicicleta y en su mochila, la que no aparece aún, sólo porta libros y sus libretas impecables de apuntes. No se trata de ningún delincuente sino de una víctima circunstancial de un sospechoso operativo policial para capturar primeras planas y sobre el que debe responder el Ministro de Interior y las autoridades policiales responsables.
Ayer le fue extirpado el bazo, él hasta antier un joven sano y con mucho futuro. Hoy se debate con angustia por su vida. Otro proyectil le perforó el riñón y su estado es sumamente delicado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Cayetano Heredia. ¿A esto podemos llamar eficiencia policial? ¿Así es como la Policía Nacional realiza sus trabajos de inteligencia? Sembrando un arma en la mochila de un estudiante universitario que bien podría ser mi hijo o su hijo, su hermano o su amigo.
Andrés compartiendo conocimientos con sus compañeros de facultad.
Así como las autoridades policiales voraces de protagonismo aderezan sus acciones negligentes. Hoy deben responder por esa vida arrancada a pedazos, ese dolor profundo hasta las lágrimas que provocan en sus amigos. Esa indignación sin límites en su familia. No quisiéramos sobrecogernos de angustia cada vez que cualquiera de nuestros hijos se vaya a la universidad. Este joven estudiante tratado salvajemente y con brutalidad Dios quiera se sobreponga para que las bestias que le intentaron arrebatar su porvenir no pasen piola y con los brazos cruzados pretendan justificar lo injustificable.
Señor Ministro de Interior, señores congresistas de la República exigimos una comisión investigadora que hasta las últimas consecuencias determine la responsabilidad punible de los actores de estos excesos. Hay daños irreversibles que tienen que ser asumidos por los responsables. Los ciudadanos creemos en una Policía Nacional digna, honesta y respetuosa de los derechos elementales. No una jauría de pistoleros ávidos de primeras planas.

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