lunes, 29 de noviembre de 2010

Un viaje inolvidable, una crónica de Irma Vásquez Salinas


Ha sido el mejor regalo de mis padres, en el presente año.

El 04 de noviembre, día del aniversario de nuestra provincia, partimos muy emocionadas.

Se convirtió en realidad nuestro sueño: viajamos a Huaraz, una maravillosa ciudad peruana. ¡Qué maravilla!

Ciudad de aire puro, de grandes nevados, cristalinas lagunas, y llena de historia.

Lo mejor de este viaje ha sido la visita a diferentes lugares de esta ciudad

Visitamos la Laguna de Yanganuco, a dos horas y media de Huaraz, de aguas verdiazules, ubicada en el Parque Nacional del Huascarán. Nos bañamos en sus aguas y nos divertimos mucho.

Luego ¡ un lugar increíble, de mucha altura! ¡El Pastoruri! Un nevado cuya altura es de 5240m sobre el nivel del mar.

Forma parte de la Cordillera Blanca en el departamento de Ancash. Su nombre significa "Pasto Adentro" y se ubica en el extremo sur del Parque Nacional del Huascarán en el área perteneciente a la comunidad campesina de Cátac en la provincia de Recuay.

Fue difícil llegar, íbamos a caballo dirigidas por un guía, nos costó, pero lo logramos ¡Nuestra Promoción Mater Christi llegó! Para mí ha sido la experiencia más alucinante de mi vida. Todas estábamos agotadas pero felices.

Visitamos luego Chavín de Huantar, tiene un arte recargado, no deja espacios libres y las representaciones son severas, rígidas, simbólicas y sobrecogedoras en su expresión. Las piedras de sus monumentos son diseñadas en relieve o grabadas. La Cultura Chavín es admirada por ser la base sobre la que se construyó la civilización peruana y sigue recibiendo a visitantes del Perú y el mundo.

Aquí en Chavín pudimos apreciar: la única cabeza clava, el lanzón monolítico, la Estela de Raimondi y los laberintos.

También recorrimos Yungay. Hay más de 12000 personas bajo tierra en esta ciudad debido al desastre que arrasó con Ranrahilca y otros poblados. El sismo catastrófico fue en 1970, remeció los grandes nevados de la Cordillera Blanca y produjo gigantescos desprendimientos de roca y hielo.

También recorrimos Carhuaz donde saboreamos deliciosos helados de fruta, cerveza y ron. De ella admiramos su limpieza.

Huaraz tiene mucho que ofrecer al vsisitante, el tiempo nos resultó corto.

El viaje, además, nos ha permitido conocer un poco más, a chicas de otras aulas. Gracias, chicas por su amistad. A nuestras tutoras, a Madre Flor y Hna. Yuri, gracias por los permisos. A nuestros queridos papás, gracias por este viaje inolvidable.

Irma Vasquez Salinas.

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