Hasta ahora y por muchos días más, nos durará la alegría del triunfo obtenido por la selección de fútbol. Hemos gritado y festejado cada gol, salimos a las calles a abrazarnos con amigos y conocidos, acompañamos improvisadas caravanas y hasta casi perdimos la voz dando vivas al Perú y gritando " vamos a Rusia 2018.
Y lo que todos reconocemos es que el éxito ha sido posible porque este seleccionado ha sido capaz de "ser equipo" trabajar por un mismo objetivo, hacerlo con disciplina, con fe y pasión.
Esta selección se ha clasificado porque todos los involucrados- directivos de la Federación, cuerpo médico, cuerpo técnico y jugadores- todos, hicieron su trabajo con responsabilidad, con entusiasmo y dedicación. Todos contribuyen al logro de la meta ( ir al Mundial) y focalizaron su energía y esfuerzos a la consecución de ese objetivo. He ahí la gran lección.
Juan Carlos Oblitas, Gerente Deportivo de la Federación Peruana de Fútbol y Ricardo Gareca, Director Técnico de la selección, han sido dos hombres claves en este triunfo. A Oblitas hay que agradecerle el haber tenido el talento para contratar a un buen entrenador. A Gareca, el haber impuesto sus cualidades de líder: motivó a los jugadores, ganó su confianza y dirigió su preparación hacia el triunfo.
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