Mario Vargas Llosa ha publicado este último domingo un artículo en "La República" con el título de "Hora gris" en el que lúcidamente reflexiona sobre el momento electoral que vivimos.
Comienza señalando la diferencia entre los dos candidatos que han pasado a la segunda vuelta.
Para el escritor y analista internacional, Keiko Fujimori es la "hija del dictador que cumple 25 años de cárcel por los
crímenes y robos que cometió durante los 10 años en que gobernó el Perú." Ella representa al "fujimorismo que cuenta con grandes medios económicos (sólo unos 180
millones de dólares ha recuperado el Perú de los 6.000 millones que se
robaron en aquellos años) y su propaganda ha empapelado literalmente el
país, al mismo tiempo que los medios que controla han ido cimentando la
ficción según la cual el encarcelado exdictador derrotó a Sendero
Luminoso, envió a su líder, Abimael Guzmán, a la cárcel y sacó al país
de la devoradora inflación que lo estaba deshaciendo. Puro mito.
En
verdad, la dictadura combatió el terror con el terror, asesinando,
torturando y llenando las cárceles de inocentes, y la desenfrenada
corrupción con la que se enriquecieron los dirigentes fujimoristas
desprestigió al país y lo enconó hasta ponerlo al borde del abismo. Por
eso se fugó Fujimori del Perú y —caso único en la historia— envió desde
el extranjero su renuncia a la presidencia por fax."
Fujimori, refugiado en Japón, postula al Senado de ese país. |
De Pedro Pablo Kuczynski dice, MVLL, que su opción representa "un reforzamiento de
la línea democrática y del progreso institucional y económico que ha
convertido al Perú en los últimos 15 años en uno de los países más
atractivos para la inversión extranjera y que progresa más rápido en
América Latina." Y señala claramente los mériros personales del candidato "PPK es una persona de impecables credenciales políticas, que sólo ha
servido a Gobiernos legítimos y, en todos los casos, con competencia y
honradez.
"Pocos dirigentes políticos conocen mejor que él la problemática
peruana, a la que ha estudiado con devoción, y pocos tienen ideas más
prácticas y funcionales para enfrentar sus grandes carencias y
necesidades. De otro lado, no hay dirigente político peruano que tenga
más prestigio y sea más conocido que él en el ámbito internacional."
En otra parte de su artículo indica "la victoria de Pedro Pablo Kuczynski debería estar
asegurada si primaran la sensatez y el buen juicio. Pero no siempre es
así y, en América Latina sobre todo, lo que suele prevalecer en ciertos
periodos electorales son la sinrazón y la pasión demagógica, como saben
muy bien los amigos venezolanos que, hasta en cinco ocasiones, votaron
por el “socialismo del siglo XXI” y ahora no tienen cómo librarse de esa
semidictadura que los ha arruinado económicamente y los hace vivir en
la asfixia y el miedo."
Claramente señala el riesgo que corremos de perder lo avanzado:
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