Máxima Acuña de Chaupe ha recibido el Premio Goldman en estos días de abril. Este premio es considerado como el Nobel del Medio Ambiente y se concede cada año, como recompensa a defensores de la naturaleza y el medio ambiente.
Máxima Acuña es una campesina cajamarquina que en 1994 compró un terreno frente a la Laguna Azul
en Celendín, Cajamarca. Ahí formó su hogar. En el 2011, la minera
Yanacocha- empresa qie explota la mina de Yanacocha, la más grande mina de oro de nuestro país y de Latinoamérica- pretende adquirir ese terreno pero Máxima se opone. Máxima no quiere vender. La minera acusó a Máxima de “ocupación ilegal y usurpación”. Un juez
de Celendín dictó tres años de prisión y una reparación a favor de la empresa. Máxima y su abogada, Mirtha Vásquez, directora de la ONG Grufides, apelaron. Fueron reconocidos sus documentos.
Máxima ha soportado todas las formas posibles de hostigamiento: le mataron su perro, su cosecha fue destruida, le instalaron cámaras de vigilancia y hasta enviaron un dron a sobrevolar sus terrenos. Máxima se mantuvo firme
y pidió apoyo a sus hermanos campesinos y durante temporadas los "guardianes del agua", grupos de ronderos que desde 2012
se turnan vigilando las frías alturas al borde de las lagunas, en
previsión de que, aún sin contar con la licencia social, Yanacocha
inicie trabajos de ingeniería sobre este acuífero, se han hospedado en sus tierras. Y más aún empezó a recibir la visita de activistas
y turistas solidarios que llegan hasta su casa, a escuchar y dar fe de su defensa incondicional de la naturaleza.
La ONG
Earthworks la postuló al Goldman (20 nominados por continente). Máxima ganó la representación por América del Sur. ¡Felicitaciones Doña Máxima!
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