¡Una rosa floreció!
¡Dichosa Francia que te acogió,
Madre Eduviges Portalet!
¡Frescura de un nuevo amanecer!
Tu nacimiento fue bendición
niña dulce y sencilla
que en tu infancia soportaste
duro golpe al perder
la amable compañía
de la madre de tu querer.
Sierva fiel del Señor,
puro reflejo de amor,
luminoso lucero
en lo oscuro de las tinieblas,
elegiste el camino de la predicación
y protegida por el Señor;
fundaste nuestra Congregación.
¡Bendita seas Madre Eduviges Portalet!
mujer llena de saber;
ejemplo de verdad y justicia
ahora tú, en la plenitud de los cielos,
ilumina a tus hijas
que necesitan ayuda,
día a día,
para llevar por los senderos de la vida
la palabra de Cristo
que es fuente de nuestra fe viva
Creado por:
Katerin Álvarez Huamán,Jessie Dioses Moncada y Bexy Martínez Pérez
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