Para entender a Camila Vallejo y a sus compañeros universitarios, es bueno que sepamos que por una ley de 1981 en épocas de Pinochet, en la educación superior universitaria chilena, se liquidó la gratuidad y el cogobierno estudiantil, todo al mismo tiempo. Desde esa fecha los estudiantes de universidades públicas pagan aranceles, matrículas y pensiones tan altas como las que se pagan en universidades privadas.
"El sistema actual permite que miles de jóvenes chilenos de clase media y baja se endeuden con préstamos con tal de tener acceso a la universidad. Sin embargo, al egresar no encuentran empleo en su especialidad y deben resignarse a trabajar en otros empleos con tal de pagar su deuda" expresa Camila, que al lado de sus compañeros, critica un esquema educativo donde el lucro (el negocio) importa más que la calidad de la educación.
La FECh ha logrado el apoyo no sólo de los universitarios sino de gran parte de la población que ha concurrido masivamente a las marchas por ellos convocadas y que han paralizado Chile en estos últimos días.
Para terminar esta nota citamos a Santiago Pedraglio en su artículo "Chile o el mito magullado" : "Si el presidente Sebastián Piñera no los escucha, habrá desaprovechado la oportunidad de promover un cambio crucial para su país y como bien dice el novelista chileno Hernán Rivera Letelier, se quedará en el palacio de La Moneda "como un pordiosero ahogándose sin pena ni gloria y con "Lucrito" apretado tenazmente bajo el brazo"
"El sistema actual permite que miles de jóvenes chilenos de clase media y baja se endeuden con préstamos con tal de tener acceso a la universidad. Sin embargo, al egresar no encuentran empleo en su especialidad y deben resignarse a trabajar en otros empleos con tal de pagar su deuda" expresa Camila, que al lado de sus compañeros, critica un esquema educativo donde el lucro (el negocio) importa más que la calidad de la educación.
La FECh ha logrado el apoyo no sólo de los universitarios sino de gran parte de la población que ha concurrido masivamente a las marchas por ellos convocadas y que han paralizado Chile en estos últimos días.
Para terminar esta nota citamos a Santiago Pedraglio en su artículo "Chile o el mito magullado" : "Si el presidente Sebastián Piñera no los escucha, habrá desaprovechado la oportunidad de promover un cambio crucial para su país y como bien dice el novelista chileno Hernán Rivera Letelier, se quedará en el palacio de La Moneda "como un pordiosero ahogándose sin pena ni gloria y con "Lucrito" apretado tenazmente bajo el brazo"
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