El Papa Francisco acaba de anunciarla santa, este 4 de setiembre. Usando el latín Francisco dijo: "Proclamamos a la beata Teresa
de Calcuta santa y la inscribimos entre los santos, decretando que sea
venerada como tal por toda la Iglesia".
La recordamos vestida siempre con un sari blanco y un velo también blanco con ribetes de rayas añil. Menuda era la santa, delgada, de apariencia frágil, de rostro sonriente. Quienes vivieron a su lado expresan que era alegre como una niña y muy maternal. Se sentía la madre de todos y siempre estaba lista para ayudar y consolar.
Santa Teresa, cuyo nombre era Agnes Gonxhe Bojaxhiu, nació el 26 de
agosto de 1910 en lo que hoy es Macedonia, de padres albaneses, llegó a la India en 1929 como Hermana de la Orden de
Loreto . Optó por cambiar su nombre a «Teresa» en referencia a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Liseux.Duramte el tiempo en la Congregación de Loreto se dedicó a la enseñanza
Sin embargo, en 1946 recibió lo que describió como "una llamada dentro de la llamada" para fundar una nueva orden dedicada a cuidar de los más rechazados, los "más pobres entre los pobres". Fundó, entonces, la Orden de las Misioneras de la Caridad.
Durante más de 45 años "atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, en un primer momento en la India y luego en otros países del mundo." Murió en su amada Calcuta el 5 de setiembre de 1997, a los 87 años. El mundo católico celebra su proclamación como Santa de estos tiempos nuevos, tan difíciles y complejos.
Sin embargo, en 1946 recibió lo que describió como "una llamada dentro de la llamada" para fundar una nueva orden dedicada a cuidar de los más rechazados, los "más pobres entre los pobres". Fundó, entonces, la Orden de las Misioneras de la Caridad.
Durante más de 45 años "atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, en un primer momento en la India y luego en otros países del mundo." Murió en su amada Calcuta el 5 de setiembre de 1997, a los 87 años. El mundo católico celebra su proclamación como Santa de estos tiempos nuevos, tan difíciles y complejos.
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