¿Qué pasó? nos preguntamos todos. Activistas de Greenpeace, ONG reconocida mundialmente por sus campañas en favor del medio ambiente, vinieron a nuestro país, en los días del COP 20 y ¿Qué pasó? Pues, que no tuvieron mejor idea que colocar un letrero en plenas Líneas de Nazca. ¡Tremenda metida de pata! Al amparo de la noche ingresaron a esta zona intangible, declarada Patrimonio de la Humanidad, dejaron sus huellas y colocaron su mensaje, dizque dirigido a los líderes mundiales reunidos en la COP20, al lado de la imagen del colibrí, nada menos.
¿Quién los condujo? Dijeron que un arqueólogo, pero hasta ahora no han dado su nombre. ¿Por qué pudieron ingresar? Pues porque aquí en el Perú nadie se ocupa de nuestros tesoros, aunque los del Ministerio de Cultura se rasguen ahora las vestiduras y les hayan declarado "personas no gratas."
Algo urgente se tendrá qué hacer porque de lo contrario cualquiera viene, "mete la pata" y pone sus pies en zona "intangible", que quiere decir "cosa o lugar que no debe ni puede tocarse", mucho menos pisarse.
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