"Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, ha nacido. Ha nacido en
Belén de una virgen, cumpliendo las antiguas profecias."
"A él, el Salvador del mundo, le
pido que guarde a nuestros hermanos y hermanas de Irak y de Siria, que
padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún
perdura y junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y
religiosos, sufren una persecución brutal"...
"Que la indiferencia se transforme en cercanía y el rechazo en acogida,
para que reciban la ayuda humanitaria necesaria para sobrevivir a los
rigores del invierno y puedan regresar a sus países y vivir con
dignidad", añadió.
También pido por "la paz de todo el Medio Oriente" y por las víctimas
del conflicto en Ucrania, para que se puedan "superar las tensiones, vencer el odio y la violencia y
emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación".
Solicitó,
además, que Jesús "consuele a las familias de los niños muertos en
Pakistán la semana pasada" y que sea cercano "a los que sufren por
enfermedad, en particular a las víctimas de la epidemia de ébola,
especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea".
El Papa concluyó diciendo: “que Jesús, que vino a este mundo por nosotros, consuele a los que
pasan por la prueba de la enfermedad y el sufrimiento y sostenga a los
que se dedican al servicio de los hermanos más necesitados. ¡Feliz
Navidad!”